Reactividad en perros  ¿Qué es? ¿Cómo tratarla?

Un perro reactivo responde de una manera totalmente exagerada ante un estímulo ya sea despertando una emoción positiva o negativa. Realmente es la falta de gestión e incapacidad que tiene el perro para lidiar con las emociones que va sintiendo. Muchas veces es confundida con agresividad pero esto no es cierto y hay que saber muy bien cómo diferenciarlas. Si no sabes como puedes consultarme y pedir una cita ya sea presencial u online para que podamos comenzar en un plan de trabajo para tu perro.

La reactividad en perros puede deberse a una mala socialización, sentimiento de frustración y un nulo aprendizaje para gestionar sus emociones. Estos perros con estas reacciones desmesuradas ante situaciones estresantes y/o que le causen miedo comenzará a ladrar, gruñir, abalanzarse e incluso llegar a la agresividad y morder. La clave no está en que tu perro no haga estos comportamiento sino en su intensidad y duración.

Las causas de porqué un perro es reactivo pueden ser variadas. Por poner algunos ejemplos tenemos el miedo, la inseguridad, estrés, el comportamiento aprendido e incluso la frustración. 

¿Cómo podemos ayudar a un perro reactivo?

Lo primero de todo y antes de comenzar a trabajar en la reactividad deberemos de llevar un proceso de reducción de estrés. Para ello veremos que estresores puede tener en su vida y cómo están influyendo en él. Una vez trabajada la reducción del estrés nuestro perro estará más receptivo para poder empezar a gestionar mejor. 

Al igual que nosotros sí tenemos mucho estrés no vamos a ser capaces de pensar y de aprender con claridad. Es muy recomendable durante esta fase evitar que pueda ver el estímulo que le causa su reactividad.

Tendremos que revisar si esta reactividad esta asociada a determinados contextos, lugares, si va con correa o no, etc para poder afinar el plan específico para nuestro perro.

Durante este tiempo podemos también revisar sus rutinas para ver donde podemos ajustar para que nuestro perro se sienta mejor. Revisar si tiene o no sus necesidades. En el caso de los perros con reactividad con correa podríamos comenzar a hacer algunos ejercicios para que cambie su punto de vista hacia ella, etc. Dejaremos de regañar y/o castigar a nuestro perro.

Es importante en esta primera fase hacer un esfuerzo para buscar horas donde no sea muy difícil para el perro. Buscar horas poco concurridas del estímulo al que reacciona, etc.

Realizar ejercicios que hagan a tu perro ganar en confianza y que le suba su autoestima como pueden ser: tener capacidad de elección, aprender algo nuevo y lo más importante dejarle ser perro son de gran ayuda para empodera a nuestro perro.

Por último y una vez que nuestro perro esté más tranquilo podremos comenzar a trabajar con el estímulo para ello trabajaremos mediante las técnicas de desensibilización. Para ello te recomiendo que concierten una cita presencial conmigo o con otro profesional que trabaje en líneas en positivo y amables hacia el perro para que podáis avanzar juntos.

¿Cuánto tiempo necesita un perro para dejar de ser reactivo a x?

Pues dependerá de tu perro, del trabajo, de identificar bien sus estresores, de optimizar sus rutinas, etc. No se puede dar unas fechas ni unas sesiones determinadas para que tu perro reaccione menos, o con menos probabilidad o deje de hacerlo.

Es cuestión de comprometernos con el trabajo y ya veras como dejando de lado los plazos vais mejorando poco a poco.

Reactividades típicas en perros

Cosas en movimiento: recuerda que un perro es un depredador y esta preparado para cazar presas. Las presas se mueven rápido y activan a los perros. El problema de los perros en ciudades es que hay muchos estímulos que se mueven rápido por lo que son incapaces de gestionar. Bicicletas, corredores, niños, coches, motos, patinetes, etc. Además algunos perros como los de caza o pastores son más propensos a esto debido a sus instintos innatos.

Personas: ya sea por miedo o por frustración, por mala socialización muchos perros son reactivos a personas tanto en término positivo exceso de alegría de querer ir a saludar como en términos algo más negativos como puede ser el miedo y la desconfianza.

Perros: algo similar a lo anterior.